¿Montarías un toro sin pretal?
Imagina que te
inscribes en la monta de toros en un rodeo.
Estás muy seguro de ti mismo porque sabes que eres buen jinete y has
ganado dinero y hebillas en varios rodeos.
Se sortean los toros y tú sacas uno de los mejores del circuito. Es un toro rudo y bravo, muy pocos jinetes
han aguantado los 8 segundos. Pero tú te
sientes seguro y sabes puedes que ganar.
Pero hay un
problema: no tienes contigo tu equipo de montar. No tienes pretal, sabemos que esta pieza del
equipo es vital para la monta, tampoco tienes tu guante con brea y tus
espuelas, que también ayudan a tener un mejor agarre sobre el toro. Entonces intentas pedir prestado el equipo de
otros vaqueros, pero todos se están preparando para su monta, todos quieren
estar listos. Además es una competencia,
piensan que eres una amenaza para ellos y si tú no compites, tienen más
probabilidades de ganar.
Entonces decides
montar sin el equipo (obviamente, si fuera permitido), improvisas un pretal con
una soga que te encuentras por allí, sin guante y sin espuelas que te ayuden a
agarrarte mejor. Confías solamente en tu
fortaleza y en tus habilidades como jinete en que todo salga bien.
¿Cómo te suena todo
esto? ¿Se oye como una monta segura y
exitosa? No, ¿verdad? Cualquiera que esté familiarizado con esta
suerte del rodeo sabe que no hay posibilidades de ganar… Ni siquiera de
aguantar los 2 o 3 primeros reparos sobre el lomo del toro. Además diría que es una tontería montar en
estas condiciones porque estás poniendo tu vida en riesgo.
Pues bien, podemos
comparar este ejemplo ilustrativo con nuestra propia vida: Montar un toro sin
pretal y sin equipo es como vivir la vida sin considerar a Dios. Sin El
perdemos toda oportunidad de vivir una vida segura aquí en la tierra, además de
que tampoco tenemos la seguridad de hacia donde iremos después de ella. Cuando tienes a Dios en tu vida, todos los
vacíos se llenan, te sientes seguro; tienes tu equipo de montar completo, es
como si tuvieras tu pretal, tu guante, tu chaleco, tus espuelas y hasta tu
casco, si quieres.
Pero, ¿Para que
arriesgar tu vida y tu éxito cuando tienes en tu maleta todo lo que necesitas
para lograr una monta que te de la victoria? Igual, ¿Para que arriesgar tu vida y tu éxito
cuando tienes a tu disposición las instrucciones para llevar una vida mejor y
mas segura? La mejor manera de enfrentar
los riesgos en esta vida y asegurar la próxima está en la relación personal que
puedes tener con Dios cuando lo involucras en todas las áreas de tu vida.
Dice la Biblia que –
“Todo
lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar
a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente
entrenados y preparados para hacer el bien.” (2Timoteo3:16-17)
La seguridad es
para ti, para que puedas disfrutar de hacer lo que te apasiona y tener éxito,
sin poner en riesgo tu vida. Además, podrás
ser de bien para todos los que te rodean.
Tú eres una persona muy importante, tienes muchos talentos y habilidades
y muchas personas a tu alrededor te están observando y desearían ser como
tú. Asegúrate de ser un buen ejemplo
para que las próximas generaciones te recuerden con agrado y sigan tus pasos.