lunes, 12 de mayo de 2014

 
 

¿Montarías un toro sin pretal?

Imagina que te inscribes en la monta de toros en un rodeo.  Estás muy seguro de ti mismo porque sabes que eres buen jinete y has ganado dinero y hebillas en varios rodeos.  Se sortean los toros y tú sacas uno de los mejores del circuito.  Es un toro rudo y bravo, muy pocos jinetes han aguantado los 8 segundos.  Pero tú te sientes seguro y sabes puedes que ganar.

Pero hay un problema: no tienes contigo tu equipo de montar.  No tienes pretal, sabemos que esta pieza del equipo es vital para la monta, tampoco tienes tu guante con brea y tus espuelas, que también ayudan a tener un mejor agarre sobre el toro.  Entonces intentas pedir prestado el equipo de otros vaqueros, pero todos se están preparando para su monta, todos quieren estar listos.  Además es una competencia, piensan que eres una amenaza para ellos y si tú no compites, tienen más probabilidades de ganar. 

Entonces decides montar sin el equipo (obviamente, si fuera permitido), improvisas un pretal con una soga que te encuentras por allí, sin guante y sin espuelas que te ayuden a agarrarte mejor.  Confías solamente en tu fortaleza y en tus habilidades como jinete en que todo salga bien.

¿Cómo te suena todo esto?  ¿Se oye como una monta segura y exitosa?  No, ¿verdad?  Cualquiera que esté familiarizado con esta suerte del rodeo sabe que no hay posibilidades de ganar… Ni siquiera de aguantar los 2 o 3 primeros reparos sobre el lomo del toro.   Además diría que es una tontería montar en estas condiciones porque estás poniendo tu vida en riesgo.

Pues bien, podemos comparar este ejemplo ilustrativo con nuestra propia vida: Montar un toro sin pretal y sin equipo es como vivir la vida sin considerar a Dios. Sin El perdemos toda oportunidad de vivir una vida segura aquí en la tierra, además de que tampoco tenemos la seguridad de hacia donde iremos después de ella.  Cuando tienes a Dios en tu vida, todos los vacíos se llenan, te sientes seguro; tienes tu equipo de montar completo, es como si tuvieras tu pretal, tu guante, tu chaleco, tus espuelas y hasta tu casco, si quieres.

 Ahora imagina que sí tienes la maleta con todo tu equipo para montar, pero no lo quieres usar, porque confías en tu habilidad y destreza y decides que con la cuerda que te encontraste por ahí es suficiente para ti.  Pues tal vez así sea, pero enfrentarás mas riesgos y tendrás menos posibilidades de alcanzar el éxito.

Pero, ¿Para que arriesgar tu vida y tu éxito cuando tienes en tu maleta todo lo que necesitas para lograr una monta que te de la victoria?  Igual, ¿Para que arriesgar tu vida y tu éxito cuando tienes a tu disposición las instrucciones para llevar una vida mejor y mas segura?  La mejor manera de enfrentar los riesgos en esta vida y asegurar la próxima está en la relación personal que puedes tener con Dios cuando lo involucras en todas las áreas de tu vida.

Dice la Biblia que – “Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir.  De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien.” (2Timoteo3:16-17)

 Vaquero, el mensaje de Dios para tu vida equivale al equipo de montar.  Y sabes que el equipo para montar existe, y lo tienes, pero si no lo usas no tienes ninguna ventaja ni seguridad de que vayas a hacer una buena monta ¿Verdad? … Igualmente sucede con el mensaje de Dios.  No basta con saber que está ahí, hay que aplicarlo en nuestra vida, para estar completamente equipados.

La seguridad es para ti, para que puedas disfrutar de hacer lo que te apasiona y tener éxito, sin poner en riesgo tu vida.  Además, podrás ser de bien para todos los que te rodean.  Tú eres una persona muy importante, tienes muchos talentos y habilidades y muchas personas a tu alrededor te están observando y desearían ser como tú.  Asegúrate de ser un buen ejemplo para que las próximas generaciones te recuerden con agrado y sigan tus pasos.

 Gracia y Paz.